Tecnología y Outsourcing

Tras no pocos años de carrera profesional, hemos sido testigos de una creciente e imparable imposición de la tecnología en las empresas de nuestro entorno. Es cierto que la velocidad y la intensidad de la asunción de la tecnología ha sido diferente según el sector de actividad y el tamaño de cada compañía, pero hoy nadie duda de que era una apuesta ineludible.

Acompañando esa situación, de forma análoga a otros ámbitos empresariales, hablábamos del outsourcing de servicios en Tecnología de la Información como una vía de asumir tecnologías que nos posibilitaban mecanizar, controlar, medir, mejorar y controlar los riesgos derivados de los diversos procesos de negocio, permitiendo a las compañías dedicarse a los procesos “core”, dejando la tecnología, como otros aspectos accesorios al negocio, en manos de especialistas.

Y defendíamos que era una forma de racionalizar el coste, pero no solo eso; sobre todo era una herramienta que proporcionaba flexibilidad y agilidad para responder a una realidad cambiante y que deseábamos acogiese rápidamente las nuevas necesidades del negocio.

Hoy la tecnología ha entrado en otro paradigma. Las empresas ya no piensan que les va a ayudar a soportar el negocio: hoy estamos pensando en que la tecnología es una parte imprescindible de mis productos, de mi canal de distribución, de mi aprovisionamiento, en definitiva, que puede ser la palanca que lance mi producto, bien porque incorpora tecnología, bien porque lo acerca de forma impensable a mis clientes, bien porque puedo recibir, medir y estudiar su respuesta… y todo ello accediendo a utilidades a través de un terminal móvil que absolutamente todo el personal lleva anudado a su dedo pulgar y utiliza de forma intensiva y extensiva al mismo tiempo.

¿Y cómo afectará esta situación al Outsourcing en Tecnología?

En mi opinión, cabe diferenciar dos vertientes:

  • Los servicios clásicos sobre los sistemas tradicionales: la gestión de los procesos de negocio va a seguir necesitando de nuestros servicios exactamente igual que hasta ahora, o quizás con más intensidad, por la necesidad de integración con las “otras tecnologías”.
  • La búsqueda de nuevos retos tecnológicos para el negocio obliga a las empresas a buscar servicios de especialistas en nuevas tecnologías, quizás más orientadas a producto que a servicio, pero que aportarán visión global de las oportunidades y alternativas-oportunidades, con capacidad para intuir por dónde será más interesante apostar y qué herramientas aportan más al negocio.

Es decir, que vamos a seguir teniendo más trabajo y, como siempre, nos será difícil competir por los mejores técnicos.

Pero no hay que olvidar las dos premisas fundamentales de los técnicos y empresas que prestamos el Outsourcing:

  • Compromiso, conocimiento y alineamiento con el negocio y con el cliente al que presto mis servicios.
  • Cuidar al máximo a nuestro personal, a nuestros técnicos, fomentar una profesionalidad y cultura corporativa de búsqueda de la excelencia en el servicio, basado en una excelente y continua formación técnica y en una relación empresa-empleado de confianza, alegría, solidaridad, esfuerzo compartido…

Esos valores nos permitirán tener los mejores y más satisfechos clientes, gracias a nuestro activo, nuestro personal, con un orgulloso sentimiento de pertenencia.

– Iñaki Gómez, Director Outsourcing

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